Son las 12 de la mañana del domingo. Mientras las personas respetables acuden a misa para cumplir sus obligaciones como buenos católicos en este país tan creyente y piadoso, más de 100 mods nos apretujamos para asistir a un concierto de los elegantes en una sala (ya desaparecida) de la calle Atocha. Es uno de los conciertos programados por el Gran Musical, cuyos responsables, tan entendidos ellos, hacen que salga de telonero Georgie Dan. Afortunadamente para él, las tías que le acompañan en el escenario están lo suficientemente buenas y marconas para que la audiencia se conforme con los insultos y las risas. Pero Georgie es un profesional, en ningún momento la sonrisa desaparece de su cara y acabada su actuación, el que desaparece es él para dejar paso a los elegantes. Ahora el que tiembla es el piso de la sala con los botes de todos nosotros, coreando las canciones, todos nos las sabemos. Es nuestro grupo y ellos saben lo que queremos. Luego se les olvidaría.
Termina el concierto, ha sido corto pero intenso, como cada vez que vamos a verlos, como cada vez que hay un concierto mod. Salimos a la calle y en la acera de enfrente los vemos. Hay como 10 o 15 rockers con el cinturón en la mano y las grandes hebillas brillando al sol de este domingo. Ya les conocemos. Nosotros somos 100 pero tan acostumbrados están a perseguir a chavales de 16, 17 y 18 años, que ellos, ya metidos en la veintena, con su tupé cargado de brillantina, las chupas de cuero/vaqueras, malos imitadores de Marlon Brando en Salvajes, el terror de los propios rockers a los que también sacaban lo que podían, se confían.
Los miramos, dudamos (¿corremos calle arriba o calle abajo?) y sucede algo con lo que no han contado. No han contado con que salimos de ver a nuestro grupo, que estamos eufóricos, que todavía suena en nuestras cabezas “este es mi tiempo, este es el momento”. Sale del grupo un mod con una gabardina negra (casi todos llevamos gabardinas, las parkas llegarían después) se dirige a ellos. Le siguen algunos mods más. Miro a mis amigos.” ¿Vamos?” “Vamos”. Y fuimos.
Han pasado algunos meses. Tocan los elegantes en la Universal, en la plaza de (Roma/Manuel Becerra). Apoteosis en los bises, como siempre. Mientras tocan “todo el mundo necesita...” y “toma anfetas” el escenario se llena de mods, siguen siendo (todavía) de los nuestros. Finaliza el éxtasis y salimos a la calle. Esta vez no hay nadie esperando. Mejor así.
Termina el concierto, ha sido corto pero intenso, como cada vez que vamos a verlos, como cada vez que hay un concierto mod. Salimos a la calle y en la acera de enfrente los vemos. Hay como 10 o 15 rockers con el cinturón en la mano y las grandes hebillas brillando al sol de este domingo. Ya les conocemos. Nosotros somos 100 pero tan acostumbrados están a perseguir a chavales de 16, 17 y 18 años, que ellos, ya metidos en la veintena, con su tupé cargado de brillantina, las chupas de cuero/vaqueras, malos imitadores de Marlon Brando en Salvajes, el terror de los propios rockers a los que también sacaban lo que podían, se confían.
Los miramos, dudamos (¿corremos calle arriba o calle abajo?) y sucede algo con lo que no han contado. No han contado con que salimos de ver a nuestro grupo, que estamos eufóricos, que todavía suena en nuestras cabezas “este es mi tiempo, este es el momento”. Sale del grupo un mod con una gabardina negra (casi todos llevamos gabardinas, las parkas llegarían después) se dirige a ellos. Le siguen algunos mods más. Miro a mis amigos.” ¿Vamos?” “Vamos”. Y fuimos.
Han pasado algunos meses. Tocan los elegantes en la Universal, en la plaza de (Roma/Manuel Becerra). Apoteosis en los bises, como siempre. Mientras tocan “todo el mundo necesita...” y “toma anfetas” el escenario se llena de mods, siguen siendo (todavía) de los nuestros. Finaliza el éxtasis y salimos a la calle. Esta vez no hay nadie esperando. Mejor así.
3 comentarios:
Los Elegantes: siempre he dicho que han sido una de las bandas mejores que ha habido en España, y una de las que han tenido peor suerte del mundo (junto, tal vez, con los 091 y La Granja).
Hay que decir -y me vas a disculpar si te ofende- que los 'puristas' del modernismo español les hicieron un flaco favor dando por saco con su (supuesto) escaso rigor mod. Si hay algo que no comprendo es que la gente siga pensando que -por ejemplo- una banda tan limitada (joder, y tan aburrida) como Pánico Speed son un estandarte del movimiento y, sin embargo, el grupo que hizo 'La Calle del Ritmo' o 'Un día más' sean como apestados.
Lo único cierto y verdad es que tocaban de cojones unos temas sensacionales y tenían una directo absolutamente acojonante. Aunque empleasen baterías electrónicas simmons (oh, blasfemia) en su primer LP, aunque se fuesen 'americanizando' con el tiempo.
No tuve la suerte de ver en directo a The Jam, pero a estos chicos si que los ví en varias ocasiones, y aún se me ponen los pelos de punta con algunos de sus temas.
Pues sí. Los elegantes fueron (según mi criterio) la mejor banda de la época no sólo de la escena mod. Ni los brighton64, ni los flechazos se han acercado ni por asomo a los directos de los elegantes ni asus temas. Cierto que tuvieron mala suerte. Su primer disco salió muy tarde, la producción era bastante mala (no sólo por las simmons) y mientras los mods les abandonaban, no acababan de enganchar a otro público. Una pena.Los puristas del modernismo han dejado, al igual que sus homólogos británicos, acabaron con la música en directo para mods. Que se lo pregunten a Makin Time
Juanma guitarra de los elegantes me comento en una ocasión que si los mods "puristas" se enterasen de que el grupo se gestó en casa de Emilio entre botellas de vino y discos de Gene Vincent, seguramente les crucificarían.
Era un tipo con una cultura musical muy amplia y nunca se vió cómodo en la intransigencia de unos pocos que veían en Quadrophenia (película) el cátalogo de el modernismo, cuando es bastante agria la crítica a la pequeñez de mente.
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